martes, 22 de marzo de 2011

Cuento de Luis Pacheco

LAS COMPAÑÍAS

LUIS PACHECO

P
ertenecer a Datrol era un honor increíble. Solo unos pocos escogidos dela gran masa podían ingresar a la compañía. Datrol: la gloria  y poder que emanaba de aquel nombre resplandecía aún más que la fama de los países de karlandk y –por supuesto- que los países de la vieja tierra. Nadie sabía en qué época las compañías llegaron a ser mas fuertes que los países, pero ahora era una realidad casi aceptada. Cien mundos dependían de DATROL, de FERDINAD, de CORLET; y en tanto que ningún país poseía ni siquiera todo un planeta bajo el control, Datrol tenía ocho mundos desperdigados en el universo que era propiedad exclusiva de la empresa.
Datrol, el sueño de los jóvenes era pertenecer algún día a aquella megaempresa; ostentar el símbolo turquesa con filigrana de oro en el hombro, y pasearse con mirada altiva en astronaves mil veces mejores y equipadas que los modernos navíos de guerra de Tanthiak o de Burulush, y descender a los planetas luego, y solazarse con las alabanzas y genuflexiones de los “débiles” que apenas podían esperar sobrevivir mientras que ellos eran dueños del universo.
Datrol, el nombre encerraba más poder que gloria, pero significaba lo mismo y aún más, porque como estudiaban algunos especialistas, los países algún día desaparecerían, y serian soberanas del firmamento las grandes empresas. Datrol era la más grande de todas, y Datrol tenía ocho planetas de su propiedad, y ejercía influencia decisiva en cuatrocientos gobiernos de treinta mundos. Datrol era prácticamente la dueña del universo.
 Anoche mi hijo Dorian estuvo aquí. Es el jefe negociante de la división bebidas de Datrol. Se le veía tan bien; su traje de felodien que mínimo costara cuatro mil votis, su cinturón de platino y su tarjeta de crédito verde-turquesa que sólo poseen aquellos que mueven millones de votis diariamente; y nos vino a visitar. No supimos que ofrecerle –nuestra casa sigue siendo tan pobre- y él simplemente nos contó cómo había ascendido en la compañía, las operaciones de las que estuvo encargado en la galaxia, y el motivo por el que ahora había venido a la tierra. Como jefe-negociante de la división bebida, tomaba posesión del Perú país recientemente anexado a la gloriosa Datrol.
(Publicado en Revista Nº 7 "Solitarios", 2005, Arequipa-PERU)

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